La Fiscalía General de la Nación confirmó en las últimas horas un importante avance en la investigación por el magnicidio del exalcalde de Bogotá y excandidato presidencial Miguel Uribe, ocurrido el pasado mes. Según el ente investigador, la captura de alias “Harold”, uno de los presuntos responsables del atentado, permitió establecer que el crimen habría sido orquestado por una organización criminal conocida como “Plata y Plomo”, con presencia en distintas regiones del país.
La captura clave de alias “Harold”
Alias “Harold” fue detenido en un operativo conjunto entre la Policía Nacional, la Fiscalía y el Ejército, en el que se logró incautar material de comunicaciones y dispositivos electrónicos que ahora son analizados por los peritos judiciales. De acuerdo con las autoridades, este hombre sería uno de los coordinadores logísticos del atentado que acabó con la vida de Uribe.
Durante los interrogatorios iniciales y la revisión de información, se descubrió que el crimen no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia violenta diseñada por la estructura ilegal “Plata y Plomo”, cuyo nombre hace referencia a la intimidación y al control territorial mediante amenazas, sobornos y asesinatos selectivos.
¿Quiénes son “Plata y Plomo”?
La organización habría surgido como una red criminal dedicada inicialmente al narcotráfico y la extorsión, pero con el tiempo extendió su accionar hacia el control político y social en zonas estratégicas del país. Según la Fiscalía, esta banda estaría integrada por exparamilitares, narcotraficantes y sicarios con experiencia en acciones de alto impacto.
Las investigadores señalan que el grupo utiliza una estrategia dual: ofrecer dinero (“plata”) a funcionarios, empresarios o líderes sociales para obtener favores y, en caso de negativa, recurrir a la violencia extrema (“plomo”).
Un magnicidio con fines políticos y económicos
La hipótesis principal de la Fiscalía apunta a que el asesinato de Miguel Uribe buscaba frenar sus denuncias contra la corrupción y su posición firme frente al poder de grupos ilegales en sectores de la economía y la política. La investigación también indaga si hubo financiadores externos interesados en silenciar la voz del exalcalde.
“Estamos ante un crimen de carácter político que involucra a una organización criminal con amplia capacidad de corrupción y violencia. El caso no se limita a la autoría material, sino a una red de intereses que está siendo desmantelada”, afirmó un alto funcionario del ente investigador.
Avances en el caso
La Fiscalía reveló que, tras la captura de alias “Harold”, se han expedido órdenes de captura contra al menos cinco personas más, entre ellas presuntos financiadores y coordinadores de la operación criminal. Asimismo, se evalúa si “Plata y Plomo” mantiene nexos con carteles internacionales de droga y si ha tenido relación con funcionarios estatales que pudieron facilitar su accionar.
El gobierno nacional, por su parte, reiteró que no permitirá que este crimen quede en la impunidad y que se reforzará la seguridad de dirigentes políticos y líderes sociales en riesgo.
Contexto del magnicidio
Miguel Uribe, reconocido por su trayectoria en el Concejo de Bogotá, la Secretaría de Gobierno y su papel como líder político en el país, fue asesinado en un atentado armado que generó conmoción nacional e internacional. Su muerte desató manifestaciones ciudadanas y un llamado urgente a fortalecer la protección de figuras públicas frente a la creciente amenaza de estructuras ilegales.
La revelación del nombre de la organización detrás del magnicidio abre un nuevo capítulo en la investigación, que promete más capturas y posibles destapes de redes de poder en las próximas semanas.
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