Datos clave del ensayo
Participaron 25 pacientes, de los cuales 20 tenían cáncer de páncreas y 5 de colon, todos con enfermedad residual leve tras cirugía.
Se diseñó para atacar mutaciones específicas en el gen KRAS (G12D y G12R), presentes en hasta el 93 % de los adenocarcinomas pancreáticos y en el 50 % de los colorrectales.
Tras un seguimiento medio de aproximadamente 8.5 meses, el 84 % (21 de 25) de los pacientes presentó una respuesta robusta de células T dirigidas a KRAS.
A los 19,7 meses, el 71 % mantuvo activados los importantes subconjuntos inmunitarios CD4+ y CD8+, con inmunidad duradera.
Pacientes con respuestas inmunes fuertes superaron los límites habituales de supervivencia libre de recaídas; no se alcanzó la mediana, lo que indica que muchos permanecen libres de enfermedad.
Además, el 67 % desarrolló inmunidad frente a otras mutaciones tumorales, sugiriendo un efecto antitumoral más amplio.
Innovación tecnológica: “autoestopista inmunológico”
La vacuna utiliza un mecanismo innovador denominado “autoestopista inmunológico”, donde se adhiere a la albúmina, la proteína más abundante en la sangre, lo que le permite viajar de manera eficiente hasta los ganglios linfáticos—el centro de comando del sistema inmune—y estimular una respuesta más potente.
¿Por qué es importante este avance?
Es la primera vez que una vacuna terapéutica contra mutaciones de KRAS genera beneficios tan claros en cáncer de páncreas, uno de los más letales, y colorrectal.
Su formato “lista para usar” (no personalizada por paciente) hace posible una producción escalable, reduciendo costos y facilitando su aplicación clínica.
Próximos pasos
La vacuna ELI-002 2P ya está siendo evaluada en un ensayo clínico de fase 2, más amplio y diseñado de forma aleatorizada, con una versión mejorada que amplía la cobertura a más mutaciones KRAS.
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