La nueva obsesión del coleccionismo infantil y juvenil, los muñecos Labubus, han conquistado las redes sociales y los estantes de jugueterías, desbancando incluso a los clásicos Sonny Angels. Su estética traviesa y de cuento oscuro ha llamado la atención de padres, niños y coleccionistas, pero detrás de su apariencia inofensiva se esconden riesgos que no se deben ignorar.
⚠️ Riesgos para los niños
Según expertos en seguridad infantil y la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE. UU. (CPSC), la proliferación de imitaciones peligrosas, conocidas como "Lafufu", representa riesgos graves:
Piezas pequeñas que pueden generar asfixia.
Productos fabricados con químicos tóxicos.
Riesgo de consumo compulsivo por el formato de cápsula sorpresa, que puede generar ansiedad y presión social.
🧠 Consecuencias psicológicas
Además de los riesgos físicos, expertos en psicología infantil advierten que la compra compulsiva de estos muñecos puede fomentar conductas similares a las del juego, afectando la salud emocional y financiera de los menores.
🌐 La alerta de las autoridades
Diversos medios internacionales han reportado el aumento de falsificaciones peligrosas, alertando a los padres sobre la necesidad de revisar cuidadosamente la procedencia de estos juguetes antes de comprarlos. Aunque su diseño es llamativo y atractivo, se recomienda supervisión constante para evitar accidentes.
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